Bérchules Village
El pueblo de Bérchules existe desde hace unos 800 años, desde la época en que los Moros vivían aquí. Según fuentes el nombre surgió de la palabra árabe “vergel” o oasis, y entonces era un conjunto de cortijos bastante ricos. En aquellos tiempos era un centro de la industria de la seda. Todavía existen las moreras a ambos lados de uno de los mejores senderos de la zona hacia la vieja fabrica de seda, dotada de un arco morisco todavía intacto.
El pueblo esta escalonado en la falda de la montaña por encima del barranco por el que surca el río Guadalfeo. Por detrás están las cumbres nevadas del Cerro Gordo. Sus alrededores están configurados por terrazas de regadío que permanecen inalteradas desde los tiempos en que los árabes cultivaban estas tierras. Hay bosques de castaños, cerezos, melocotoneros y manzanos, así como parcelas sembradas con tomates, habichuelas verdes y frambuesas. Paseando por estos lugares se escucha el sonido de los cencerros de la ganadería local, así como multitud de pájaros distintos.
A pesar de la riqueza de sus alrededores, la vida de los habitantes de la zona ha sido siempre dura. Por la década de los cincuenta muchos se enteraron de las oportunidades que existían en otros lugares del mundo. Durante los años cincuenta y sesenta hubo un éxodo migratorio hacia Alemania y Cataluña, y mas tarde, a la costa de Almería. Durante cuarenta años la población del pueblo ha encogido de 5,000 habitantes hasta los 850 de la actualidad.
San Pantaleón es el patrón local y esta ubicado en la iglesia renacentista en el centro del pueblo. Es adorado durante todo el año pero el 27 de julio, cuando es sacado en procesión por las calles del pueblo, el fervor popular es inimaginable. Cantos, cohetes y orquesta lo acompañan durante una procesión donde no es difícil ver una lagrima derramada a su paso.
Otra tradición reciente es la Noche Vieja de Agosto. El primer sábado de agosto el espíritu navideño invade el pueblo. Se instalan portales de Belén, hay procesión de Reyes Magos, y anís y mantecados son disfrutados por todos los presentes. A las 12.00 de la noche la nieve artificial cae en la plaza del pueblo y se celebra con las uvas y bailes hasta la mañana siguiente.
La otra fiesta local es San Marcos, patrón de los pastores, en abril. Los rebaños de vacas y ovejas son engalanados con campanillas y cintas, bendecidos en la plaza de la iglesia y llevados en procesión por todo el pueblo. Acompañados en todo momento por familias a lomos de sus mulas y caballos, banda de música y fieles venidos de todos los alrededores.
Bérchules es un pueblo bastante tranquilo. Su arquitectura debe mucho a la influencia de los Moros y hoy día hay normas que obligan que la construcción de casas nuevas se conformen con los estilos tradicionales. Las casas blanqueadas se colorean con macetas de flores y el pueblo está bien dotado de fuentes potables y lavaderos antiguos. Hay dos bancos (uno con un cajero automático), unas tiendas para las compras mas básicas, una farmacia, un consultorio médico, una biblioteca, un colegio público y una pista de aterrizaje para helicópteros de urgencias. Hay también un mercadillo dos veces por mes (los días 2 y 22), varios bares y restaurantes y algunas terrazas de verano.